Hola Montse, llego a casa y me preguntas por la Escuela y yo te digo: "me preguntan como estás". Por suerte, hay muchas personas que avivan tu recuerdo y que me dicen que ¿cómo estás?
Gracias a todos aquellos que no se han olvidado de mi, por que yo nunca lo haré, siempre les llevaré en un rincón de mi corazón, ¿ y saben por qué? por que para mí habeís sido mas que mis clientes, mis amigos, mis colegas, MI FAMILIA.
y yo sigo y sigo y subo escaleras y doy clase y deambulo como un zombie por los pasillos y los olores, ahora otros olores de la cafetería y los colores ahora otros colores de los cristales y sus ruidos en la lejanía sin tus voces, el sonido es ahora lejano y sordo, muy sordo... y me preguntan, mis alumnos, mis queridos alumnos, y ¿por qué no vas a la cafetería? Contesto entre perplejidad, indignación y educación, la que medieron (mis padres y mis PP Jesuitas, cuánto los echo de menos!!!!) contesto estupefacto " por respeto", respeto a Montse quien avivó el seso y también el ánimo de esa cafetería ¿dónde está el secreto de tu encanto Montse, dónde tu magnetismo animal, dónde está el secreto de esa llama que nadie apagará? Tu me contestas:
No hay secretos, yo le contesto, es ser uno mismo, y yo nací para dedicarme a los demás, hacerles reir, llorar, sentir... cuanto anhelo esos paseos por los pasillos de la cafetería, por la biblioteca, por mi cocina.
Me encanta la docencia, he nacido para ella y es indudable que no se vive esta profesión por dinero, al menos en España y continúo con mis clases, con mis lecturas, ahora más por internet, con mis alumnos y sus curiosas e inquietas, al mismo tiempo ingénuas preguntas, me sorprendo, me inquieto, me excito y contesto y explico,ahora risas, ahora aplausos, ahora satisfacción por una explicación, pero me pregunto al bajar la escalera ¿qué sentido tiene si ella no está? ¿Por qué para mi nunca será lo mismo la cafetería? ¿Por qué Montse?
Yo doy cariño y amabilidad a mis amigos y clientes, de LA ESCUELA DE MAGISTERIO PADRE ENRIQUE DE OSSÓ Y DE ESMENA, sin menospreciar a todos aquellos sitios que yo he servido.
Gracias por formar parte de mi vida.
Gracias a ti por tu generosidad, en un mundo en que sobra autoestima y falta solidaridad, un mundo que te ha dado tantas patadas y tu continuas creyendo en él, por eso te admiro tanto. Gracias Montse.
Gracias a todos aquellos que no se han olvidado de mi, por que yo nunca lo haré, siempre les llevaré en un rincón de mi corazón, ¿ y saben por qué? por que para mí habeís sido mas que mis clientes, mis amigos, mis colegas, MI FAMILIA.
y yo sigo y sigo y subo escaleras y doy clase y deambulo como un zombie por los pasillos y los olores, ahora otros olores de la cafetería y los colores ahora otros colores de los cristales y sus ruidos en la lejanía sin tus voces, el sonido es ahora lejano y sordo, muy sordo... y me preguntan, mis alumnos, mis queridos alumnos, y ¿por qué no vas a la cafetería? Contesto entre perplejidad, indignación y educación, la que medieron (mis padres y mis PP Jesuitas, cuánto los echo de menos!!!!) contesto estupefacto " por respeto", respeto a Montse quien avivó el seso y también el ánimo de esa cafetería ¿dónde está el secreto de tu encanto Montse, dónde tu magnetismo animal, dónde está el secreto de esa llama que nadie apagará? Tu me contestas:
No hay secretos, yo le contesto, es ser uno mismo, y yo nací para dedicarme a los demás, hacerles reir, llorar, sentir... cuanto anhelo esos paseos por los pasillos de la cafetería, por la biblioteca, por mi cocina.
Me encanta la docencia, he nacido para ella y es indudable que no se vive esta profesión por dinero, al menos en España y continúo con mis clases, con mis lecturas, ahora más por internet, con mis alumnos y sus curiosas e inquietas, al mismo tiempo ingénuas preguntas, me sorprendo, me inquieto, me excito y contesto y explico,ahora risas, ahora aplausos, ahora satisfacción por una explicación, pero me pregunto al bajar la escalera ¿qué sentido tiene si ella no está? ¿Por qué para mi nunca será lo mismo la cafetería? ¿Por qué Montse?
Yo doy cariño y amabilidad a mis amigos y clientes, de LA ESCUELA DE MAGISTERIO PADRE ENRIQUE DE OSSÓ Y DE ESMENA, sin menospreciar a todos aquellos sitios que yo he servido.
Gracias por formar parte de mi vida.
Gracias a ti por tu generosidad, en un mundo en que sobra autoestima y falta solidaridad, un mundo que te ha dado tantas patadas y tu continuas creyendo en él, por eso te admiro tanto. Gracias Montse.
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